Al terminar la guerra de independencia los Estados Unidos firma un acuerdo con Gran Bretaña, conocido como el Tratado de París, en donde, este último país, aparte de reconocer la independencia de las 13 colonias, cedió sus territorios al oeste de las 13 colonias, duplicando así su territorio esta joven nación, que convirtiendo en estados a estos nuevos territorios con las mismas condiciones que las 13 colonias originales (Velázquez, 2012).

Formación de los Estados Unidos

Por lo que sus fronteras, después de su independencia son los grandes lagos, al norte, el río Misisipi, al oeste, y el paralelo 31 al sur (Velázquez, 2012).

En el periodo de finales del siglo XVIII, principios del siglo XIX, el mundo occidental vivió grandes acontecimientos, como la Revolución Francesa, posteriormente las guerras napoleónicas, que, a su vez, permitieron las guerras de independencia de las colonias españolas en el continente americano, como es el caso de México.

Cabe mencionar que, derivado de la invasión de las tropas francesas a España, comandadas por Napoleón Bonaparte, España tuvo que ceder sus territorios en Norteamérica a este país invasor.

Todo ese territorio se le conoció como la Luisiana. Tal situación provocó preocupación a Estados Unidos, derivado a que se tenía como vecino a una nación agresiva y poderosa de Europa, les cortaba su expansionismo hacia el oeste y ponía en peligro la economía de los Estados Unidos (Velázquez, 2012). Sin embargo, Napoleón aceptó vender este territorio por 15 millones de dólares.

No hay que olvidar que, dentro del expansionismo estadounidense, se tiene una justificación ideológica para dicho expansionismo, el cual fue el destino manifiesto (González, 2012). Esta idea surge de un periodista, de nombre O’Sullivan, quien justificó la expansión territorial porque esta nación había sido elegida por Dios, y que no se podía evitar, ya que no se puede ir en contra de la voluntad del todo poderoso (Velázquez, 2012).

Lo anterior refleja lo fuerte que puede ser una idea. Una idea en que se representa a una sociedad por encima de las demás sociedades y que tiene como designio el esparcir su forma de vida por todo el continente, por todo el mundo; es la justificación de una ambición territorial insaciable (González, 2012).

En 1819, España cede a Estados Unidos, el territorio de Florida, por medio del tratado Adams-Onís, firmado en 1819, así España recuperó Cuba (González, 2012).

Para 1820, Estados Unidos temía que el expansionismo europeo pusiera en peligro la nación, por consiguiente, en 1823, el presidente Monroy, en el Congreso de ese país, leyó un discurso en donde se planteó la posición de Estados Unidos, con respecto a la colonización, recolonización o transferencia de territorios del continente americano, así como la no aceptación de la intromisión de potencias europeas en los asuntos de los países de este continente; para ese año, Estados Unidos no tenía la capacidad económica ni militar para hacerla cumplir, sin embargo, esta política, que posteriormente se le conoció como la doctrina Monroy se convirtió en piedra angular de la política exterior de esa nación (Velázquez, 2012).

Doctrina Monroy

Después de la compra de Luisiana, el siguiente territorio era el de Texas, para ello, Estados Unidos se aprovecho de la inestabilidad que existía en México, ya que se tenía guerras internas. En 1825, Estados Unidos ofreció un millón de dólares a México por Texas, siendo rechazado por el gobierno mexicano (Marino, 2012) .

En aquella época, la población en México no excedía, para 1827, de 8 millones de personas, de los cuales, aproximadamente 113,265 personas vivían en los territorios de Nuevo México, Alta California, Texas y Arizona (Romero & Jáuregui, 2003 – 12)

Por consiguiente, para los estadounidenses les fue relativamente fácil obtener permisos para migrar al territorio de Texas, tanto de manera legal como ilegal. Para ese mismo año (1827), Estados Unidos ofreció 50 millones de dólares por el territorio de Texas, siendo rechazada nuevamente por el gobierno mexicano.

Para 1834, mercenarios aventureros se presentaron en Texas, con el propósito de preparar su independencia de México, la cual fue proclamada en 1836. El gobierno de Estados Unidos apoyó al movimiento independistas. El gobierno mexicano organizó un ejército que marchó al norte, para evitar la independencia de ese territorio, después de lograr algunas victorias, como en el Álamo, en el Refugio, Coleto, entre otras, sin embargo, con el objetivo de destruir a la rebelión antes de recibir refuerzos por el gobierno estadounidense, Santa Ana, se separó del grueso de su ejército, con 900 hombres, quienes se encontraban fatigados y mal alimentados (Cervera, 2017).

Batalla en el Álamo

Santa Ana, cometió un error muy grave, ordenó descansar a su ejército, el cual durmió por más de 7 horas, situación que aprovecharon las tropas separatistas comandadas por Sam Houston, quien capturó a Santa Ana (Cervera, 2017). Siendo prisionero fue obligado a firmar el tratado de Velazco, en donde reconocía la independencia de Texas, el cual no fue ratificado por México.

Para 1845, Texas fue anexado por Estados Unidos, empezando así la guerra México Estados Unidos, así mismo, en ese mismo año, se declaró independiente el estado de California. La guerra terminó en 1848, con la firma del tratado de Guadalupe Hidalgo, en donde México perdía los territorios de Nuevo México, Texas y Alta California (SEDENA, 2015).

Cementerio Nacional Americano

Con respecto a Oregón, en 1819, Estados Unidos y el Imperio Británico acordaron ocupar ese territorio, sin embargo, para 1846, el presidente en turno, presionó a Gran Bretaña para que se retirara de ese territorio, aprovechando las dificultades que estaba pasando el Imperio en ese momento, por lo que se acordó establecer una frontera en el paralelo 49, pasando todo el territorio al sur de esta línea a ser parte de Estados Unidos (Velázquez, 2012).

Oregón

En 1867, Estados Unidos compró el territorio de Alaska a Rusia por la cantidad de 7.2 millones de dólares, convirtiéndose en el negocio del siglo, ya que dos décadas después encontraron grandes yacimientos de oro, en la región, así como en el siglo XX, han encontrado petróleo. Una de las razones que tuvo el Zar en turno de haber vendido ese territorio, fue que temía que el Imperio Británico, el cual controlaba Canadá, tuviera intenciones de invadir Alaska (Mundo, 2017).

Por el año de 1895, Estados Unidos tenía intereses en Cuba, debido a sus inversiones en el comercio del azúcar. Sus inversiones se valoraban en 50 millones de dólares. Durante este periodo, los habitantes de Cuba luchaban por su independencia en contra de España. Por lo que Estados Unidos tenía motivos para participar en Cuba.

Los periodistas de Estados Unidos informaban acerca de las injusticias, represión y condiciones con las que vivían los cubanos, exagerando la información. Lo que provocó la simpatía de la sociedad estadounidense a favor de la independencia. Aunado a lo anterior, el interés por parte de Estados Unidos por contar con territorios en el Pacífico, ayudo a participar en la independencia de Cuba (Oviedo, Política y otras cosas, 2012).

Dos eventos contribuyeron a la guerra, el primero fue la carta interceptada por los rebeldes cubanos al embajador de España en Cuba, la cual contenía insultos sobre el presidente de EU, publicándola en los periódicos el gobierno de EU. Y la segunda, siendo la más importante, fue el ataque al barco USS Maine, el cual estaba en el puerto de la Habana. El 15 de febrero de 1898 fue destruido, hundiéndose y matando a 250 marinos. Inmediatamente el gobierno de Estados Unidos culpó a España.

La guerra duró varios meses del verano. El conflicto fue terminado con el acuerdo de paz en que España cedía a Puerto Rico, las Filipinas y Guam a Estados Unidos, Cuba lograba su independencia, pero con una fuerte presencia de Estados Unidos (Oviedo, Política y otras cosas, 2012).

Para 1888, Estados Unidos, se encontraba en la búsqueda de mercados en centro y sur del continente americano, así mismo, buscaba expandir su comercio a nivel mundial, por consiguiente necesitaba de bases navales para proteger sus barcos, sus rutas e influir en el mundo, por lo que buscó obtener Hawaii, Puerto Rico, Santo Domingo, Haití, Cuba y construir un canal atravesando Nicaragua (Brenes, 2007)

Bibliografía

Brenes, M. E. (2007). Estados Unidos: Imperialismo e intervención. CDMX: Trillas.

Cervera, C. (23 de Marzo de 2017). ABC Historia. Obtenido de https://www.abc.es/historia/abci-como-mexico-perdio-texas-porque-ejercito-estaba-echando-siesta-deshonra-dificil-olvidar-201703230353_noticia.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F

González, M. Á. (2012). La guerra entre Estados Unidos y México. Actas/Historia, 20-29.

Marino, A. (6 de Julio de 2012). Historiando. Obtenido de https://www.historiando.org/guerra-de-estados-unidos-contra-mexico/

Mundo, B. (30 de marzo de 2017). BBC. Obtenido de https://www.bbc.com/mundo/noticias-39437922

Oviedo, C. (28 de Agosto de 2012). Política y otras cosas. Obtenido de http://cuitlahuacoviedopuente.blogspot.mx/2012/08/guerra-hispano-estadounidense.html

Romero, M. E., & Jáuregui, L. (2003 – 12). México 1821-1867. Población y crecimiento económico. Iberoamérica, 25-52.

SEDENA. (16 de Julio de 2015). Secretaría de la Defensa Nacional. Obtenido de www.gob.mx/sedena/documentos/la-invasion-norteamericana

Velázquez, N. B. (25 de octubre de 2012). El Imperio de Calibán. Obtenido de https://norbertobarreto.blog/2012/10/25/el-expansionismo-norteamericano-1783-1898/